No importa quiénes son, ni si sus nombres son reales o de dónde vienen; importa lo que están haciendo. Una camada de ilustradores mexicanos, entre los 20 y 30 años, han empezados a poner a la venta su trabajo, después de solo estar publicado en internet. Lo hacen como se ha hecho desde hace varios años, sin intermediarios: ellos producen, maquilan y lo venden .
Cafeleería se está convirtiendo en un espacio para conocer a estos artistas y adquirir su trabajo. Ahora está expuesta la obra de Hipocampo, que cierra el 8 de marzo (traté de comprar algo pero la mayoría de sus cuadros están vendidos). Venden los stickers y separadores de Silvana; los libros súper edición limitada de Amira Aranda y las postales de Eugenia Cano. El mensaje puede resultar trillado: “Consume lo hecho en México”, pero no solo es porque sean artistas mexicanos haciendo algo chido, es porque lo que están haciendo tiene técnica y un discurso real.
Visita Cafeelería, tómate un pozol y compra.
Gracias por la mención Fiesta del té ^.^